“ya no mas el verde abeto ni tampoco un cielo sin fin, tan solo el gris del concreto y un cielorraso de hollín.” 

Es una frase que pertenecía a una poesía que yo mismo escribí para una materia en la secundaria hace más de 30 años. El resto no lo recuerdo, pero sí recuerdo esa frase y su significado.

La conciencia por el medioambiente, viene desde que tengo uso de razón. Y con el correr de los años, fui entendiendo su importancia.

El mundo entero parecía colapsar, con los continuos avances de la globalización, y siempre el medio ambiente resultaba un tema recurrente, pero que no existía manera de solucionar.

Desde el uso de desodorantes que afectan la capa de ozono e incrementan el efecto invernadero, y por consecuencia, el derretimiento de los polos, las inundaciones, las sequías, el calor extremo, el frío extremo siempre sentí que mi vida corría peligro por solamente existir. Este maravilloso planeta en el que vivo, y es mi hogar, calapasará en cualquier momento, pensaba.

Con el correr de los años, mis preocupaciones fueron otras, incluso pasando por el año 2000 y 2012, donde parecía que era el fin del mundo. 

Ahí volvía nuevamente el tema del cuidado del planeta, los fenómenos o catástrofes naturales, e incluso la invasión extraterrestre. Todo apuntaba que en cualquier momento la vida se terminaría, por acción o inacción del hombre, el fin era inminente.

En 2018, realicé un video, inspirado en las teorías conspiranoicas, del fin del mundo, alienígenas, antivacunas, bioterrorismo, pandemia, y lamentablemente fue premonitorio a lo que se avecinaba.

Durante los años que vivimos en pandemia, me preguntaba mientras me encontraba confinado en mi domicilio, lo importante que es la LIBERTAD.

La salud, la paz, la familia.

Y a pesar de tener trabajo en esos duros momentos por los que atravezaba el mundo, sentí miedo y desesperación.

Era algo que golpeaba los cimientos básicos donde se asientan las civilizaciones modernas.

Mantenernos encerrados en nuestros hogares, alejados del bullicio de nuestras grandes ciudades parecía una ilusión pesadillezca.

Era una guerra que se libraba contra un enemigo invicible y poderoso. Y el planeta entero estaba en peligro. Los seres humanos, debíamos unirnos y hacerle frente entre todos.

Luego de 2 años luchando contra esa pandemia mundial, el mundo nuevamente se encuentra en vilo, por una guerra donde el enemigo ya no es invisible, pero si igual de poderoso y mortal.

Si bien, ya no nos toca a todos de cerca por igual, es cierto que esta vez, los habitantes de UCRANIA y sus cercanías, sienten aún más las consecuencias.

Ya el mundo deja de unirse, porque el miedo a una inminente Guerra, y el despliegue de tropas en europa oriental son situaciones reales y puntuales, y sabemos que NO afectará a todos por igual. Al emnos es lo que se cree.

Lo que vuelve a ser una constante es el factor de la crisis económica. Las secuelas en los sectores más vulnerables de la sociedad, que dejó la pandemia, y que no logran cicatizar, hoy se agudizan y generan metástasis en países que no habían sufrido tanto las embestidas económicas. 

En este artículo, hablaremos sobre la tecnología y el acceso a internet en Argentina.

Pero recordaremos los comienzos del siglo XXI, cuando Internet era más que un bien de servicio un Lujo de pocos.

Las cadenas de mail, el chat por MSN e incluso los foros sobre distintas temáticas, donde virtualmente nos comunicábamos con desconocidos, eran el escenario propicio para el engaño y las primeras estafas y fraudes virtuales.

Recuerdo una de ellas, la del Jeque árabe que tenía una inmensa fortuna para compartir. O aquella señorita que estaba cerca de donde nos encontrábamos con un intenso deseo de consumar el acto de placer con nosotros, aunque no nos conociera.

Incluso comenzaron los trucos de magia por mail, como el siguiente.

Te mandaban por Correo Electrónico para que elijas una carta de las siguientes cartas... 
 
  ...Elegís una y te dice, ahora tu carta ya no está!... ohhhh, que mentalista...Fijate cuales son las cartas que te ponen. Es alguna de las siguientes las que te mostraron al principio? es decir, más arriba?
  

 Fijate bien, no es ninguna, ninguna de las de arriba es la que están abajo, pero claro, se les parecen, en color y letra. Eso es básicamente lo que hacen los magos.

Y no está mal, porque se ganan la vida creando ilusiones, pero lo alarmante es, que este mismo método lo utilizan las grandes empresas y cadenas que ofrecen productos masivos de consumo.
 
 ...claro, si no creés en los poderes, morirás, si no mandás el mail a tus contactos... 

Eso es lo ocurre en esta nueva era, es lo que consumen las nuevas generaciones, los que son nuestros hijos, los futuros gobernantes y quienes decidirán el futuro del país.
Este es un pequeño ejemplo de lo que consumíamos por internet en sus inicios. Y hoy, se ha trasladado a las redes sociales como TikTok, Youtube, donde continuamente se viralizan actitudes y comportamientos que rozan lo inaudito.

Observemos más, leamos, prestemos atención y no creamos en todo lo que se nos muestra. Los que tienen una neurona más que nosotros quieren precisamente eso, que no pensemos. Para así poder dominarnos como ocurre en el reino animal. Como ocurrió históricamente, donde los más aptos, dominan a los menos capacitados. Lo lamentable es que estas cosas, por ser material de internet, la consumen los supuestamente más aptos, profesionales, o quiénes tienen acceso a las nuevas tecnologías.
 
Somos la proto raza de primates tecnológicos pseudos evolucionados, pero que en vez de cazarnos con la antigua trampa de los maníes dentro del frasco, como cazaban en el siglo XIX a los monos en Africa, en donde estas criaturas, metían la mano dentro del frasco, agarraban los maníes y al querer sacar la mano, no podían por tener el puño cerrado y su inteligencia se encontraba al límite de no ser capaces de soltar el maní para poder liberarse.

Fué de esta forma, que en Africa se cazaron millones de estos descuidados animalitos, parientes cercanos a los humanos, y hoy, en pleno siglo XXI, más cercanos aún.

Somos más descuidados que ellos, porque no nos cazan con maní dentro de frascos, pero sí con mails y propagandas, que pretenden sorprendernos, como la magia y el ilusionismo sorprendieron a nuestros antepasados.

Siempre la falsedad y el efectismo del que posee un poco mas de conocimiento, logró dominar y lo seguirá haciendo, porque siempre habrá víctimas  menos avezadas de  cualquier tema. Y hoy las estafas y robos, no necesitan el contacto físico. Solamente el acceso a internet y algún dispositivo.

Les presento un gráfico, con estadísticas reales de la cantidad de computadoras y acceso a internet y celulares que tenemos en Argentina.

Lo que puede llegar a ser una noticia positiva, para una nación subdesarrollada, que tiene la ventaja de tener acceso al conocimiento, a su vez, es probable que esto sea un arma de doble filo.